Desde los tiempos prehispánicos el indio yucateco supo extraer de la penca del agave, llamado jenequén (henequén como modernamente se escribe, mal pronunciándose sin aspirar la h) la fibra resistente que le sirvió para diversos usos. Los indios desfibraban las hojas de esta planta autóctona, con procedimientos primitivos: empleaban el tonkos o pakché', un ligero instrumento que consiste en la combinación de dos maderos resistentes con el que raspaban la hoja logrando extraer una fibra de color crema, de consistencia dura y resistente. Con este filamento llamado en idioma maya sos-ki (henequén desfibrado) o sosquil, fabricaban y tejían una gran variedad de objetos de uso personal: hacían cordeles y sogas de muchos calibres; mecapales (en maya tab) bolsas o morrales llamados sibucanes o sabucanes; jabucos, (en maya pawó') y esteras para sus lechos. El proceso de la desfibración de la penca del henequén, es, en la actualidad, rápido y eficiente, gracias a la invención de modernas máquinas desfibradoras, máquinas de corchar y telares para confeccionar costales y telas de henequén.

En casi todos los pueblos de Yucatán se fabrican estos objetos, a mano o con pequeños telares:
- El sabucán. Consiste en una bolsa hecha de dos partes iguales, de forma cuadrilonga, de tela burda de henequén. Se usa con un pequeño cordel para llevarlo en bandolera y lo utilizan los indios como morral de caza y para conducir sus alimentos y como bolsa de mercado. Se hacen desde los gruesos y corrientes de tela basta de costal, hasta los relativamente finos con flores pintadas como adorno, que usan los mestizos para sus compras en la ciudad.
- El saco o costal. Es un envase o talega, hecho del tejido más burdo y corriente, que sirve para transportar granos como maíz, cacao, frijol y otras semillas.
- El jabuco o pawó. Consiste en una bolsa más grande y ancha que el sabucán, que se confecciona con un cordel en un tejido original a modo de red, pero de trama compacta. Es de forma redonda con fondo circular y sirve para llevar a cuestas objetos más pesados.
- El mecapal o tab. Consiste en una cinta tejida, de henequén, de la que se sirven los indios para transportar su carga sobre las espaldas. En sus extremos tiene unas orejas o agujeros por donde se pasan unos cordeles llamados noh-sum que han de servir para amarrar la carga que haya que transportar a lomo.
- Otros objetos hechos a mano o en corchaderos, son jarcias, cables, sogas gruesas y delgadas, ya sea para sacar agua de los pozos (sogas de pozo), para tender la ropa a secar (sogas de lavado), así como aparejos y avíos de arria, como alitrancas, enjalmas, riendas, látigos (chicotes), sogas para brazos de hamacas, trincas para amarrar las pencas y para pacas de henequén, lazos vaqueros, pecheras para el tiro de las bestias en carros y otros vehículos y cabestros o cabezadas que cubren la cabeza de los caballos. Por último, la labor más delicadas a que se destina el filamento del henequén, es la fabricación de hamacas.
En los últimos tiempos, la industria de artefactos de henequén se ha perfeccionado tanto, que ya se manufactura multitud de objetos artísticos, sombreros para damas, bolsas de mano, pantuflas, cigarreras, monederos, tapetes, carpetas con motivos artísticos en preciosos colores y otros objetos primorosamente raros y de paciente labor, muy estimados por los turistas extranjeros.